Discurso que se aleja del texto y se acerca a la representación de algo quinésico, sonoro y gestual de una personaja alienada por las redes sociales, la comunicación frustrante y las esperas aburridas.
En el aceite algo que se cocina, en el bit vibra un dato y trepida una reacción al bit.
Información que se desborda, se contamina, se dispara, se desperdicia, que significa algo y a la vez carece de cualquier valor (especialmente nutritivo y recíproco).
No emisor. No mensaje. No destinataria.
Cada palomita que explota pide mi atención, tu atención, su atención... Atender, atender, atender –sin atender.
Responder, responder, responder –sin responder del todo- a cada mensaje, impulso, deseo pospuesto, intercambio, interlocución, contacto.
Movimientos de la pupila en la pantalla fija que a veces deja pasivo al cuerpo; movimientos del cuerpo que nadie atestigua cuando suena una alarma-contenida de algún dispositivo electrónico.
Representación del proceso mental y la forma en que ahora establecemos relaciones con los objetos (más que con las personas), con nuestros propios pensamientos y el sentido del tiempo que transcurre, pero no pasa nada y no es para nadie.