angulada o con puntas redondas. era buena para escribir postales. antes. antes del teléfono móvil. ahora, me tiembla el pulso. la arquitectura de una postal. la maqueta de un mensaje. casi del tamaño de una tableta digital mini o de un teléfono móvil. el texting de antes que podía tomar meses o días. un snapshot que va a tardar. viajar a la velocidad del correo -esa velocidad sin ecuación. todo el que hubiera querido podía "entrar" en la postal -consecuencias con menos drama que espiar un teléfono celular-. decía: la imagen al frente, una imagen emocional entre dos a través de la distancia. una imagen virtual desde el principio: educación sentimental y protocolos de viaje. sus blancos semióticos: el espacio para el sello postal, el blanco de la dirección del destinatario. tipografía, caligrafía, glifos. otro pequeño objeto de tránsito del tamaño de un pasaporte sin los candados geopolíticos de una identidad nacional. dice tú en formato vertical. dice yo al pie. al borde del fin del mundo, dice ustedes y la firma un nosotros. las dos caras del tiempo y las muchas caras del tiempo. un texto de ocasión que no podía perderse porque la tierra era redonda y no una nube. un guiño en extinción que viaja en barco y en avión y en vehículos de gasolina-todo-terreno. nacional. internacional. un solo mensaje, un solo renglón, un recado y más que un recado… un pequeño trofeo de la perdurabilidad, algo esmerado. cuatro por seis pulgadas, ningún código además del código postal.